Nos adentramos en el mágico mundo de Ugo Rondinone, donde es imprescindible la imaginación. Nuestro cuerpo nos sirvió para convertirnos en todo lo que imaginamos.
Creamos instalaciones humanas recreando situaciones de una historia, nos hemos convertido en árboles, en animales, en hombres invisibles… Los demás han conocido algunos de nuestros sueños e incluso, uno de nuestros viajes por la exposición ha sido en barco.
Los elementos de la exposición (mandarinas, payasos, estrellas, árboles, bombillas…) nos han servido para crear historias, dibujarlas y contárselas a los demás.
Y aquí termina nuestro viaje por el mundo de los sueños. Gracias a nuestro propio cuerpo, nuestra imaginación y el trabajo en grupo hemos realizado actividades geniales aprendiendo de los demás.
Gracias Pequeamigos por enseñarnos a ver la realidad desde otros puntos de vista, por hacer aflorar nuestra imaginación y reencontrarnos con ese niño que todos llevamos dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario